En un equipo convergen distintas personalidades, formas de pensar, objetivos, pero para este plantel existe un común denominador: sed de revancha. Todos, a su forma, tienen en mente la aspiración más alta en el campeonato. La vida ha sido una dura prueba en diversos sentidos pero el futbol nos da la oportunidad de tener nuestra compensación en el terreno de juego.
¡Y aquí vamos de nuevo!
Sin lugar a duda Cancún es para mí una de las aduanas más complicadas de visita para este Guard1anes 2020 dentro de la Liga de Expansión MX. El clima, la humedad en especial y la forma de jugar de los dirigidos por el "Chaco" Giménez son factores que complican siempre. Y aunque el equipo buscaba la victoria, el sumar siempre en casa ajena es un aliciente importante.
Previo al duelo, el equipo tiene charla en el hotel de concentración, nuestro estratega Alexis Moreno fue contundente en el tema de buscar el triunfo sobre el Andrés Quintana Roo. Aplausos al terminar la plática y listos para abordar el camión que nos lleva al inmueble y con ello comienza la montaña rusa de emociones, vivirlo adentro es algo inigualable que hoy les comparto.
El vestidor reúne diferentes formas de ser, de vivir un partido. Desde el jugador serio que prácticamente no habla, el que escucha música para relajarse, el que canta o aquel que manda mensajes a su familia. Y después llegar César Andrade, nuestro preparador físico, quien reúne lo mejor de cada uno, alienta y los prepara no solo físicamente sino mentalmente para iniciar enchufados en el cotejo.
Buena vibra y energía positiva se respira en el vestidor, estamos unidos sin lugar a duda, es un plantel con mucha pasión. Rezamos y me quedo con la imagen de Diego Aguilar con las manos hacia el cielo, presagio del golazo que haría ya en el juego. Salen a relucir las cábalas, esas que realizas inconscientemente y que forma parte del deporte más hermoso del mundo.
Ya en el juego, vuelve repetirse una constante de este torneo, venir de atrás, en esta ocasión con un gol ilegítimo de nuestro rival nos pone 1-0 abajo, y vaya el arbitraje es parte del futbol, confío en que la rapidez de la jugada le ganó al central y abanderado, ellos también pueden equivocarse, pero ya está el equipo no tuvo tiempo de reprochar y siguió luchando en la que fue sin lugar a duda una dura batalla en la Riviera Maya.
Siete minutos después de vernos abajo en el tanteador, Diego Aguilar elaboró una joya de gol, no tuvo tiempo de recibir la esférica ya que en cuanto la vio venir la prendió a la media vuelta fuera del área tras un rechazo en un saque de manos largo en la banda, metió el botín de lleno y colocó la de gajos en el ángulo superior izquierdo del cancerbero local, imposible de atajar y anotar el 1-1 al 24 de tiempo corrido.
Al medio tiempo en el vestidor, el estratega volvió a recibir el respaldo de los jugadores: seguir presionando fue la consigna. Buscar el partido siempre implica un doble desgaste físico pero el plantel está trabajado para eso. Ya en el campo Alexis Moreno movió sus piezas y aunque se crearon buenas oportunidades desafortunadamente el gol no cayó para nuestro favor y el empate se decretó.
Este es un gran equipo en lo colectivo y con mucho talento en lo individual, todos unidos entorno a nuestro amor al futbol, cada uno con sus revanchas personales enfocadas en conseguir lo que más anhelamos, un campeonato. El camino ya ha iniciado y cada partido será una dura batalla por llegar a la meta, estamos seguros que los rojos siempre contaremos con su apoyo y juntos lo lograremos.
Aún a falta de dos compromisos de la Jornada 5 nos mantenemos séptimos de la general. Y el equipo trabajará desde esta tarde ya con miras a nuestro siguiente rival, Tepatitlán, a quien recibiremos el próximo 22 en nuestra casa, el Estadio Carlos Vega Villalba. El objetivo será mantener la racha positiva ya de cuatros partidos sin perder y obtener la victoria en nuestra mina. Haremos de nuestro estadio una fortaleza.
Yaír Villalpando
Jefe de prensa Mineros